El Cigarral del Ángel
Historia
Historia del Cigarral del Ángel
Si hay un lugar en Toledo que merece el calificativo de idílico, ese es el Cigarral del Santo Ángel Custodio. Todo un homenaje al buen gusto y a la jardinería de primerísimo nivel, el Cigarral del Santo Ángel Custodio es un emplazamiento cargado de historia desde tiempos muy remotos.
Ya en época musulmana, parece que el terreno donde se asienta el cigarral fue el lugar donde se levantaba el palacio de verano del gobernador de Toledo Abd Allah ibn Abd al-Aziz. Es en esta época cuando se sitúa una preciosa leyenda que habría sucedido alrededor del año 1000, por primera vez escrita nada menos que en un romance algo posterior al año 1119, en el Chronicón del obispo de Oviedo D. Pelayo.
Tras pertenecer al Marqués de Villena en el siglo XVI, el Cigarral pasó a ser propiedad del Cardenal de Toledo Don Bernardo de Sandoval y Rojas, que convirtió este lugar en un punto de reunión de artistas, poetas y hombres destacados en las letras y en las ciencias como Tirso de Molina o Lope de Vega.
El cardenal donó parte de la finca a la Orden Religiosa de los Capuchinos de San Francisco, que fundaron aquí en 1611 uno de sus principales monasterios. En 1631 encargaron al arquitecto y escultor español Juan Bautista Monegro, Maestro Mayor del Alcázar y la Catedral de Toledo, la construcción de la capilla conventual dedicada al Santo Ángel Custodio.
Cuando los capuchinos se mudan en tiempos del Cardenal Moscoso a las cercanías del Alcázar, el cigarral se convierte en residencia privada. Se sabe que su propietario en 1869 era Manuel María Herreros. Las primeras fotografías del cigarral datan de finales del siglo XIX y principios del XX, con un aspecto muy diferente del actual.
A mediados de siglo, el cigarral fue adquirido por la destacada poetisa Fina de Calderón, quien lo convirtió de nuevo en lugar de referencia nacional e internacional para el encuentro de poetas y actividades literarias y culturales. En esta época se trasladó a la entrada principal la formidable portada renacentista típicamente toledana procedente del Palacio de Munárriz que estaba siendo desmantelado y cuyas columnas acabaron en París.
El Ángel alcanza su mayor esplendor de la mano de Seguros Soliss, quien adquirió el cigarral en los años 90 y llevó a cabo la costosa y formidable rehabilitación de la ermita. Así llegamos a la época actual, donde la historia del cigarral se convierte en presente.
La Leyenda de la Pesca del Oro
Corría el año 1007 de nuestra era y tenía como motivo la celebración de una boda. Aquí mismo, en este mismo paisaje, conocido entonces como Valle de Agalén, con idéntico escenario mágico de la ciudad de Toledo al fondo, una tarde de primavera, se celebraba según la leyenda el enlace nupcial de Abd Allah ibn Abd al-Aziz, rey moro de Toledo, con Teresa, princesa cristiana, hermana del rey leonés Alfonso V.
No se recordaba en la ciudad de Toledo un banquete nupcial de semejante fastuosidad. Todo era espectáculo de exuberante belleza y esplendor. El dosel vegetal de las riberas del Tajo lucía con sus mejores galas de aromas y colores y el banquete ofrecía el más variado y rico repertorio de manjares, servido cada uno en vajillas diferentes, las primeras de plata, y todas las siguientes de brillo refulgente. Para asombro de todos, según iban siendo retiradas de las mesas, los servidores las arrojaban a las aguas del Tajo como cosa despreciable.
Terminado el banquete, Abd Allah, acompañado ya de su esposa, se dirigió a todos los presentes para anunciarles que iban a presenciar un maravilloso espectáculo con el que también, como señal de su amor, quería agasajar a su amada. En ese preciso instante, varias barcas, lujosamente empavesadas y dirigidas por hábiles remeros, surcaban las aguas, y, al compás de la música, sacaron del fondo del río un inmenso tesoro contenido en una ancha red. En ella, con previsión ingeniosa urdida por el enamorado rey sarraceno se habían recogido todas las piezas de las ricas vajillas que habían sido arrojadas a las aguas por los servidores del banquete nupcial como mercancía de poco valor. Era La Pesca del Oro.
¿De dónde procede la palabra “Cigarral”?
Aunque la RAE considera que deriva de la palabra “cigarra”, ese insecto tan ruidoso en las noches de verano, existen diversas teorías sobre el origen del término “Cigarral”. Por ejemplo, algunos piensan que proviene de la palabra “guijarral”, ya que el terreno donde se asentaron los cigarrales toledanos era muy pedregoso. Otros, de la palabra árabe “sigiara”, que significa “lugar de manantiales” o incluso, que “cigarral” podría derivar de la palabra “pizarral”.
Aunque no eran cigarrales como tal, se cree que los cigarrales toledanos tuvieron su origen durante la dominación árabe. El Cigarral Del Santo Ángel Custodio es el más antiguo de los existentes en Toledo y se remonta al siglo XI, cuando el gobernador de Toledo, Abdallah-ben-Abdellazzis, hizo levantar su palacio de verano sobre los restos de una palestra romana.